Leo que en el Reino Unido y gracias a la crisis una multinacional tiene previsto crear cuatro mil empleos. Se trata de McDonalds y aunque la explicación es bien sencilla, no deja de sorprenderme.
Resulta que la progresiva pérdida de poder adquisitivo de los británicos cada vez los lleva más a elegir entre el Fish&Chips o la hamburguesa, comida rápida y de precio accesible. Sabemos que en ocasiones comer en casa de caliente es todo un lujo y si un restaurante (?) es omnipresente y barato, poco importa cuan sana es la comida (?) que nos ofrece.
No se trata de hacer la enésima crítica a estos exitosos centros de fast-food, para eso mejor ver el aclamado documental de Morgan Spurlock. Simplemente, me llaman la atención ciertas fórmulas del éxito y la dicotomía que de ahí se advierte, con argumentos a favor y en contra.
Mientras tanto, veo algo que no nos gusta mucho en la Costa Blanca (la mitad de los turistas que entran en el Aeropuerto de El Altet son del Reino Unido) y es que los británicos se están apretando el cinturón. Y vicebersa, claro.
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