lunes, 29 de septiembre de 2008

La constante es la variable

Otro sobre crisis, pero no tanto.
A mitades de septiembre saltó la noticia a la prensa local (alicantina) a cerca de la creación en Benidorm de una "Ciudad del juego". Este proyecto, que ya ha tenido sus intentos en otras provincias, estaría impulsado por hoteleros, constructores, promotores, hosteleros y trataría de ser una especie de "parque temático del juego en el que tendrían cabida todo tipo de juegos de azar, espectáculos, tragaperras, casinos... un trocito de Las Vegas en Benidorm", según señalan las fuentes que cita el medio. Este proyecto contaría con dinero autonómico. A penas dos semanas después, leo sobre la intención de retomar el proyecto del complejo deportivo cifrado en 48 millones de euros, también en Benidorm, que llena de nuevo hoy una página -web- en prensa. Una vez más Benidorm dice que la única constante que se puede permitir es la variable.
Ambos megaproyectos no estarán carentes de polémica, tanto en el propio sector (como ya se han ido escuchando críticas) como en la sociedad en general. Habrá que ver cómo evoluciona uno y otro proyecto, pero más allá de toda duda queda la intención de Benidorm de reinventarse una vez más a sí misma. Diversificar para desestacionalizar, pensando en no parar mucho menos cuando la inercia de estos vientos que soplan de crisis hace que pares. Quedémonos por ahora con la idea: porque si son necesarias nuevas ideas es precisamente ahora.

Puertas en vez de ventanas

Cuando a una empresa le hablan del ingrediente psicológico de la crisis (a saber, cuestión de percepción y variantes) no puede sino carcajear primero y sollozar después. Que le hablen de psicología a un director empapado de regulaciones de empleo... Pues eso digo yo, que le hablen.
En un sistema tan especulativo, la crisis es real en la medida en que lo parece, así de sencillo. Pero no caigamos en el tópico de llamarla crisis precisamente por lo repentino. Se veía venir, a mi opinión y la de muchos. La pregunta es ¿teníamos las gafas graduadas?
El otro día escuché una cuña de una importante fundación para la formación de Alicante, tratando de captar alumnos que deseen escapar de la crisis. "Usted padece de crisis", le decía el "doctor" al potencial alumno. Véanse la ansiedad como un síntoma, la crisis como una enfermedad y la formación como un remedio. Si dejamos por un momento de lado el ánimo de lucro del mensaje, la moraleja está bien clara y lo que es mejor, resulta esperanzadora: Permitir que nos enseñen puede hacer que comprobemos una salida en nuestra propia puerta en vez de en la ventana de un rascacielos.
Sé que no es fácil digerir esto en la vorágine, cuando los bancos ya no dan más cuerda en un sistema tan ficticio como el nuestro y los sermones no dejan de caer en el espinoso reproche de lo que debí haber hecho y no hice. Pero es que la vorágine también nos superaba cuando las vacas eran más gordas.
Hora de cantar el vale, a lo mejor me lo merezco. Y pasado el canto, mirando a la puerta y no a la ventana, reflexionemos a cerca del verdadero objeto de la formación: dejar que a uno le enseñen precisamente a aprender. Así de sencillo y, así de complicado.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Crisis líquida

Volvemos con un post densito.
Hace muy poquito y motivado por un curso de doctorado, he leído el libro Tiempos líquidos. Vivir en una época de incertidumbre, del sociólogo Zygmunt Bauman (Ensayo Tusquets Editores, Barcelona. 2007). Un ensayo breve y ameno que nos trata de explicar hasta qué punto los tiempos en que vivimos están marcados por la incertidumbre, caracterizada por el “tránsito de una modernidad «sólida» –estable, repetitiva- a una «líquida» –flexible, voluble– en la que las estructuras sociales ya no perduran el tiempo necesario para solidificarse y no sirven de marcos de referencia para los actos humanos.” La crisis actual, definida en estos términos, puede ser visualizada como líquida, díficil de aislar y atajar. No es sólo una crisis de superproducción ni una crisis financiera puntual. El actual sistema global del capital hace que las dimensiones, las raices y las ramas del problema sean indetectables: esta crisis no es bacteriana, es vírica.
La oportunidad del libro en "nuestro momento actual", nos puede valer para ejemplificar la actual crisis de España o plantear preguntas a cerca de los posibles escenarios futuros. Porque el libro no nos da respuestas per se, pero nos deja tras sus páginas cuestiones a cerca de lo que viene ocurriendo, de cómo pensar en la situación actual y, como no, afrontar el futuro con expectativas.
La incertidumbre en que vivimos se debe, según Bauman, a tres factores fundamentales. Explicamos los tres factores y apunto las reflexiones sobre "nuestra" crisis (una crisis global, por muy nuestra que queramos hacerla):
  1. La separación del poder y la política. El poder está sujeto a otros intereses, especialmente los económicos.
    Crisis en España: Recientemente, el gobierno de nuestro país declara “que no es responsable de lo que ocurre en Wall Street.” ¿Puede el gobierno atajar realmente la actual crisis económica o es una parte más de este juego que se desmorona?
  2. El debilitamiento de los sistemas de seguridad que protegían al individuo. Es decir, los métodos para paliar o reducir la desigualdad dejan de ser rentables y practicables.
    Crisis en España: Dada la actual situación, en la que las primeras consecuencias atañen a las personas con menor poder adquisitivo, ¿No es probable que el escenario próximo sea precisamente una revuelta de los más desfavorecidos (huelga general, etc.)?
  3. La renuncia al pensamiento y a la planificación a largo plazo: el olvido se presenta como condición del éxito. Este nuevo marco implica, según el autor, “la fragmentación de las vidas, exige a los individuos que sean flexibles, que estén dispuestos a cambiar de tácticas, a abandonar compromisos y lealtades.”
    Crisis en España: Según este planteamiento, ¿no es la diversificación (en oposición a la concentración) la auténtica estrategia de futuro empresarial y laboral? ¿estamos ante un verdadero cambio sistémico, más allá de la situación económica actual (como los valores)?

miércoles, 17 de septiembre de 2008

 
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